jueves, 16 de abril de 2009

"Los Armados" de Sigüenza


En la ciudad de Sigüenza durante el Viernes Santo tiene lugar la llamada "Procesión de los Armados", en la que los miembros de la Cofradía de la Vera Cruz y Santo Entierro tienen un papel esencial. Por la mañana de todas las iglesias y parroquias salen pasos que se reunen al mediodía en la Plaza de don Hilario Yaben, en un orden que permite al seguntino y al turista tener una idea clara de cómo se sucedieron los acontecimientos de la Pasión y Resurrección de Jesucristo. "Los Armados" con sus vistosos uniformes, corazas y cascos, propios de los Tercios de Flandes del siglo XVI, sostienen y dan escolta a estos pasos.


Por la noche tiene lugar el momento cumbre de la Semana Santa de Sigüenza con el tradicional sermón y la vuelta por la Catedral con la imagen de Cristo al borde de la muerte, ante la atenta mirada de la Virgen de la Soledad de un estricto luto aterciopelado, quien entre la devoción de los habitantes de la localidad llora a su en tan triste trance. Con el paso del Santo Entierro sobre sus hombros, acompañados por autoridades eclesiásticas y una representación de las autoridades municipales, se dirigen hacia la Residencia de Ancianos por las calles de Sigüenza hasta la antigua Ermita de San Lázaro. Una vez allí tiene lugar una curiosa escena en que el Cristo disimula llama a la puerta, y desde dentro un hipotético portero le pregunta: "¿Quién va?". Y quienes sostienen el paso del Santo Entierro contestan: "Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos". Finalmente desde dentro, el supuesto portero dice: "¡Que pase!". Después el paso se introduce en el edificio, y su soldadesca escolta ("Los Armados" o "Armaos") desaparecen de la vista de la gente hasta el año próximo.


Para que os hagáis a la idea cada Armado sostiene hasta 70 kilogramos entre las armaduras, los cascos y el propio peso del paso. "Van calentitos", concluye el presidente de la Cofradía de la Vera Cruz y del Entierro.

lunes, 13 de abril de 2009

Semana de Procesiones/ Semana de Pasión (I)

Siento el tiempo que ha pasado desde mi última entrada, pero como debéis de suponer he estado de Semana Santa, y concretamente , de procesiones... No, no he procesionado pero se puede decir que he seguido de cerca los quebraderos de cabeza que ha provocado la lluvia en la Semana Santa guadalajareña. En Guadalajara el principal evento de estos días ocurrió el Viernes Santo con las procesiones del Cristo del Amor y la Paz, organizada por la cofradía del mismo nombre y que fue retrasada una hora, por consejo de la Agencia de Metereología. Amén de acortar el trayecto, que apenas les llevó recorrer ¡¡2 horas y media!! La Cofradía del Cristo del Amor y de la Paz fue fundada en 1972, y es la única procesión con escolta oficial de la Guardia Civil ya que más del 70% de sus miembros eran miembros de la Benemérita.

Pero la Procesión del Silencio y Santo Entierro es la que se lleva la palma, en ella participan las cuatro cofradías más relevantes de la ciudad: la Cofradía de la Pasión del Señor, la Cofradía del Cristo Yacente del Santo Sepulcro y la Nuestra Señora de los Dolores que este año también le tocó organizar la del Cristo Resucitado. En total, 6 páginas curradas del especial y el teléfono que echaba humo.

Y al tercer día... salió el sol. Las fotos que os cuelgo corresponden a la Procesión del Resucitado y Encuentro, que se celebró el pasado Domingo de Resurrección con la presencia de todas las hermandades y congregaciones de la ciudad. Por primera vez en muchos años, las imágenes del Cristo Resucitado y de la Virgen de los Dolores se encontraron frente a la Concatedral de Santa María entre los aplausos de los presentes y el himno nacional tocado por la Banda de Música de la Diputación de Guadalajara. Además estuvieron presentes miembros de la Corporación Municipal, con el alcalde Antonio Román a la cabeza.

Las imágenes son de Belén Díaz, una gran compañera y fotógrafo. Y se me olvidaba, cumplí 25 ese mismo día y fue un día genial. ¡Gracias chicos!
La Procesión del Resucitado y Santo Encuentro no es la más numerosa, pero este año a la novedad del Encuentro entre la Virgen y el Cristo se sumó las ganas de cofrades de toda la ciudad de procesionar. ¡Había ganas!



El Resucitado dejó a la Virgen de los Dolores (con un aterciopelado manto blanco) en el Convento de las Carmelitas de San José, su templo. Cerca del Infantado.



Nuestra Señora de los Dolores salió pasadas las 10 de la mañana desde el Convento de las Carmelitas de San José con una túnica blanca, con la que conmemoraba la Resurrección de su Hijo.


El momento del Encuentro entre la Virgen de los Dolores y el Cristo Resucitado estuvo embargada en un ambiente de devoción contenida.