Bueno, bueno, pues un servidor ya ha librado sus 4 famosos días y está de vuelta con mucha ilusión y ganas de hacer las cosas bien. La entrada de hoy no va de mí, en absoluto. Hoy toca hablar de Carolina, nuestra compañera mexicana, que tras dos meses de asueto ha vuelto este viernes a su país. La noche anterior la despedimos oficialmente, con una cena y unos cuantos regalos comprados entre todos.
Carolina Fernández compartió con nosotros ocho meses de máster y dos más de prácticas, además de unas cuantas fiestas y algún que otro reportaje. Como decía el correo que nos envió, con cada uno de nosotros ha vivido algún momento inolvidable, y eso es algo importante que se lleva para su casa.
Yo prefiero quedarme con dos instantes que compartí con ella: ese reportaje sobre la ola de frío, puro ejercicio de periodismo creativo, y la excursión que hicimos por Madrid para sacar fotos al rebaño de vacas que invadió la ciudad por aquellos meses. Fue una tarde inolvidable y muy divertida, la verdad. Eso se lo debo a Ruth y Carol. La foto que pongo aquí es de ese momento, muy simpática ciertamente.
Espero que tenga toda la suerte del mundo, seguro que sí, y ya tengo otro viaje pendiente... Al menos invitados a México estamos todos.
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