martes, 28 de junio de 2011

Sesteando con el epitafio político de Rodríguez Zapatero

El Debate de Política General sobre el Estado de la Nación, un trasunto español del estadounidense Estado de la Unión, ha comenzado hoy en el Congreso de los Diputados. El morbo este año no estaba en el discurso del Presidente del Gobierno, en que conejos se sacaría en esta ocasión de la chistera ni tampoco en que Rajoy perfilara más su alternativa. No, en el último gran cara a cara entre Zapatero y el político gallego el interés residía en este hecho. Por lo demás, como afirmo en el título he sido un friqui y lo he visto a ratos perdiéndome el discurso de la mañana pero llegando a tiempo para el cara a cara entre el Presidente y el resto de los grupso parlamentarios. En la pugna pugilística entre el casi ex presidente y su probable sucesor he echado varias cabezaditas, sólo animadas por una réplica más subida de tono de Zapatero. Y es que, como ha sucedido en años anteriores, nada nuevo bajo el sol: El todavía líder socialista buscando la absolución de la Historia y defendiendo su gestión como Jefe del Ejecutivo durante estas dos últimas legislaturas. Rajoy, volando bajo para no estrellarse y mostrando alguna que otra propuesta, pero sin entrar en profundidaes.





Si el cesante leonés ya sólo está para defenderse y "culminar las reformas", guardándose celosamente el privilegio de poner fecha de caducidad a su carrera política para apañar su legado; el aspirante gallego esboza algunas propuestas de ley dirigidas a emprendedores y a la transferencia, pero continúa jugando al mús: amaga, guiña los ojos, mira sus cartas, pero apenas suelta prenda... Seguimos con la hoja de ruta de Arriola, para llegar a la campaña de las generales sin desgaste ni compromisos. Se ve que el liderazgo está sobrevalorado. Esta táctica es respetable, pero difiero radicalmente de ella. La gente necesita, en estos momentos, que les dibujen unas meta, un horizonte, una Nueva Frontera.


Del resto, pues cada uno hablando de lo suyo... Ridao y Llamazares, de nuevo acreditaron que son unos excelentes oradores y recomiendo ver de nuevo sus intervenciones, ya que en algunos asuntos no les falta razón. Duran i Lleida hizo de estadista, y el PNV paseó, más modosita que en otras ocasiones, su condición de favorita del Gobierno. Y de todos Zapatero se despidió con elegancia, aún con alguna alabanza que haría sonrojar a más de uno (véan la primera réplica a Erkoreka, portavoz de los nacionalistas vascos).


Mañana continuaremos sesteando con el epitafio político de Rodríguez Zapatero... A ver qué dicen los del Grupo Mixto.


La viñeta es de Manel Fontdevila, de Público.

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